Según la versión que entregó el comerciante Érick Lucheta, en diálogo con Noticias Caracol, su esposa se apartó del hogar y de su familia luego de que un hermano la invitara a un culto religioso, pues desde ahí ella cambió por completo.
“No era la misma persona de antes: ya no hablaba con nosotros, se fue apartando de los papás y de la familia. Mi esposa abandonó el hogar, me dejó a mí y a los dos hijos que tenemos, renunció al trabajo y perdió 20 años que llevaba laborando”, dijo el hombre, y el noticiero aseguró que la mujer pertenecía a la iglesia cristiana Berea.
“Desde ese día no sé nada de ella, si come o no, y eso me ha dado duro porque tengo a mis hijos a cargo ahora mismo”, detalló el comerciante.
El noticiero dialogó con varios vecinos de la iglesia y dijeron que todavía hay personas confinadas esperando a que se haga realidad la promesa, y todos coinciden en que el pastor Gabriel Alberto Ferrer no se volvió a ver por allí.
Karen Cervantes, habitante del corregimiento de Isabel López, dijo que algunos creyentes “empezaron a regalar ciertas pertenencias para esperar la venida de Dios, de Jesucristo”, ya que el religioso les habría dicho que no necesitaban cosas materiales.
La situación que hoy vive este desesperado esposo es la misma que atraviesan varios familiares de las personas que aún siguen esperando la segunda venida de Jesús a la tierra, y que acusan al pastor de haberlos engañado con la fe.
Pastor que prometió llegada de Jesús en Atlántico es “un mentiroso”
Pulzo habló con el representante de la iglesia cristiana Berea en Sogamoso (Boyacá), Jaime Sánchez, y lo primero que dijo es que el pastor Ferrer es un “mentiroso” que se lucraba con el nombre de esa iglesia, y que hace poco perdió a una hijo por una enfermedad.
“No sé qué buscaba él con esa mentira, pero lo que sí quedó claro es que lo que profetizó no se cumplió, y en la Biblia dice que si alguien profetiza algo y no se cumple, pues es un falso profeta”, aseguró Sánchez.
Pero en Sabanalarga todavía hay personas que defienden a Ferrer, y uno de ellos es Edgardo Lizcano, que pidió, en el informativo, “respetar las decisiones y la religión, porque ellos pueden adorar al ser que sea”.
Por el momento, el pastor no ha dado la cara para responder por su falsa profecía, y varios feligreses siguen confinados esperando que se aclare la situación. De hecho, una persona fue hospitalizada en una clínica de Barranquilla con problemas psiquiátricos.
Este es el informe de Noticias Caracol en donde el comerciante expone la dura situación que afronta.
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