En verano la cárcel ADX en Florence Colorado es lo más parecido a un infierno. Un valle de la muerte interminable al que ni siquiera visitan los siempre fieles buitres. El ambiente se torna sofocante. La cadena montañosa que hace el deleite de los turistas que anualmente visitan esa zona aislada de Freemon Colorado se quedan embelezados ante ese paisaje maravilloso, algo que nunca podrán ver los presos. Cada una de las celdas tiene estrechas claraboyas que solo dirigen a un solo lugar: la arena ardiente.
En invierno la situación es peor. Todo se tiñe de blanco por las intensas nevadas de inviernos intensos. Es tan inescrutable la cárcel que el ex director de la prisión, Robert Hood, la llamó el Alcatraz de las Rocosas.
El ambiente se torna más asfixiante teniendo en cuenta como están compuestas las 490 celdas que componen la cárcel. En sus 2.1 metros cuadrados los presos pasan 23 horas del día literalmente mirando para el techo. A la hora de comer los presos no ven nada. Solo unas manos que les dejan la comida. Arroz, un pedazo de carne, un jugo aguado. Si no quieren enloquecer lo mejor sería dormir todo el día:
Sin embargo los que peor sufren son los presos ubicados en el Modulo H donde están 148 presos, los más peligrosos del penal, la gran mayoría de ellos son terroristas islámicos. Ese lugar, en donde seguramente recaerá el Chapo, ha sido reportada por amnistía internacional por que ha generado en muchos presos locura y paranoia. El Chapo compartirá patio con temibles terroristas como Eric Rudolph, el norteamericano que puso la bomba en los juegos olímpicos de Atlanta 96, Michael Swango, ex miembro del Al Qaeda que estuvo involucrado en los atentados del 11 de septiembre del 2001, y Ted Kaczynski, mejor conocido como el Unabomber, el egresado de Harvard que entre 1978 y 1995 envió más de 15 cartas bombas a ciudadanos norteamericanos.